Septiembre a
punto de caramelo. Muchos con la maleta llena de recuerdos y la casa
enmoquetada de síndrome postvacacional… Otros, con los ojos repletos de ganas
de viajar, explorar, descubrir. Para estos últimos, “afortunados” que tuvieron
que trabajar todo el verano para poder, ahora, escapar de la rutina, tenemos
una propuesta irresistible: una ruta por el centro de la península. Sí,
Madrid-Salamanca-Valladolid. Un plan para ponerse morado de buena gastronomía y
disfrutar de unas vacaciones de lujo sin desplazamientos largos y engorrosos.
Una opción para viajar ligero y volver cargado de anécdotas, fotos y momentos
inolvidables.
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Hotel Las Letras.- El nuevo de Iberostar, un hotel
de diseño en plena Gran Vía, con una azotea con vistas a todo el centro de
Madrid que es de infarto. Restaurante gourmet con chef de lujo y habitaciones
completitas. La decoración de las suites y de las zonas comunes es
impresionante, para hartarse de hacer fotos para instagram… ;)
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Hotel Vincci Capitol.- Si eres cinéfilo, te va a
encantar. Es un hotel ubicado sobre el cine Capitol (sí, en su mismo edificio,
en la Gran Vía). Ofrece habitaciones especiales tematizadas y ambientadas en
diferentes momentos y películas de culto de la Historia del cine. Es un 4
estrellas, de modo que los servicios son completos y de alta calidad. Hotel
experiencia en Madrid con mayúsculas.
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Petit Palace Alcalá Torre.- Un joya de la arquitectura
histórica de Madrid: fue su primer rascacielos, diseñado al estilo de los que configuran
el skyline de Nueva York (salvando las distancias y las alturas, claro). Es uno
de los edificios más emblemáticos del centro de la capital y el diseño que le
han aplicado tiene un toque años 60 que lo hace realmente original y digno de
visitar.
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Hotel Vía 66.- Otro hotel en la Gran Vía de la
cadena Vincci. Y otra azotea para admirar la ciudad y disfrutar de las aún
cálidas noches de Madrid. Diseño impecable, para foto, también. Y las
habitaciones, de 10. Ideal para escapada de relax y para conocer lo mejor de
Madrid sin agobios ni prisas.
Madrid en septiembre es un lujazo. La vuelta a la
normalidad en la capital nunca es normal… La ciudad se llena de vida y el
turismo sigue pululando por ahí, pero ya sin masificaciones ni colas eternas
para museos, restaurantes, bares y galerías. Los madrileños y sus rutinas toman
las calles y puedes ver la capital en su versión más auténtica, natural, sin
aditivos extraños. La agenda está repleta, las carteleras se renuevan y los
conciertos empiezan a copar fechas en el calendario. Madrid siempre es un plan…
Un planazo.
Pero ya que estamos de ruta, tras un par de días en la
city, lo mejor es que reserves un coche de alquiler (si es que no has cogido el
tuyo, claro) y pongas rumbo a Salamanca. Del 5 al 17 de septiembre son sus
ferias y la ciudad adquiere un ritmo imparable. Las noches siguen siendo un
lujo de temperatura, el ambiente está lleno de locales y universitarios que
acuden a hacer sus exámenes y a preparar el nuevo curso, la agenda de
conciertos es única y todo vibra con esa energía que solo esta capital cultural
posee.
Salamanca es un reducto único para disfrutar de una
escapada tranquila, un oasis de gastronomía tradicional, historia, cultura y
vida nocturna. Es una ciudad en la que poder combinarlo todo y moverse con
total facilidad pues su zona antigua es prácticamente toda ella peatonal y los
edificios, museos y puntos de interés más importantes para visitar están todos
muy cerca unos de otros.
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Hotel Las Torres.- Un hotel en plena Plaza Mayor
de Salamanca. Una experiencia de la que presumir ya que es el único hotel en
esta zona y ofrece habitaciones con vistas a la misma plaza. Es un 4 estrellas
con buenos servicios, destaca (y lo recomiendan) por su atención personalizada
y su diseño en el que se ha tratado de conservar todo el encanto que inspira la
propia ciudad.
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Vincci Salamanca.- Hotel al lado del Palacio de
Congresos de Salamanca, a un paso de la catedral y de la Universidad
Pontificia, la Casa de las Conchas y la famosa Calle Meléndez. De diseño
impecable, con un toque más business y contemporáneo que el anterior, con bar
lounge que es un buen meeting point para iniciar los recorridos por la ciudad.
Si vas en coche, perfecto: tiene párking.
No te olvides de acercarte a la Plaza Anaya, entrar en el
jardín de Calixto y Melibea o bajar hasta el Tormes. El paseo por el río,
remodelado hace unos años, es ideal para un paseo en bicicleta, para una mañana
de running o para, simplemente, caminar y admirar la belleza de la ciudad desde
abajo, con el perfil de sus históricos edificios perfilando el cielo
castellano. Para tapeo: la Plaza Mayor, la calle Zamora (hay aún algunos bares
que merecen mucho la pena), el entorno del Mercado y la Rúa. Un poco más lejos,
a la entrada de la ciudad sin llegar a la plaza de toros, la zona de Van Dyck,
donde podrás probar los más auténticos.
Y, por último, retomamos ruta con meta Valladolid. Sí,
Valladolid, no pongas esa cara… La ciudad está a poco más de una hora de
Salamanca y en septiembre (desde el día 13) también se celebran sus fiestas
grandes: la feria de Valladolid, cuando sus calles se llenan de casetas con
deliciosos pinchos, tapas y vinos, fiestas nocturnas hasta el amanecer, comidas
populares, conciertos, arte, actividades para niños… Es la mejor época para
conocer esta zona de Castilla León a veces un poco olvidada pero que constituye
uno de los puntos de mayor atractivo turístico de esta comunidad autónoma.
En Valladolid, para alojarte, te recomiendo el Vincci Frontaura, un hotel 4 estrellas en el
centro de la ciudad, considerado uno de los mejores hoteles gastronómicos de
Valladolid. Además de comer de lujo, podrás disfrutar de su spa y pasear
tranquilamente por todo el casco antiguo sin moverte con el coche de un lado para
otro (sin la locura de buscar aparcamiento en plenas ferias…). Las habitaciones
están fenomenal y es perfecto si planeas una escapada en pareja.